Para un compañero de lucha...

Hace pocos días, revisando la bandeja de entrada del correo electrónico de nuestro blog (calleshortbus@gmail.com), tuvimos la oportunidad de leer entre los mensajes recibidos uno muy particular e interesante. tocaba un tema que entre otras cosas -y debemos admitirlo- asumimos como error no haberlo tratado con anterioridad en este blog, que si bien se encarga de resaltar los aspectos mas importantes de los personajes y de los temas de interés de la comunidad LGBT, también se ha caracterizado por hacer una crítica lo más objetivamente posible en lo relacionado con el desarrollo de la libre personalidad de dicha comunidad.
Tocar el tema del abandono del Estado en lo relacionado con la violación del derecho al libre desarrollo de la personalidad, resulta, según las experiencias en otros ámbitos de la realidad social de nuestro país, difícil desde la mayoría de los ángulos de visión. No es fácil ahora, ni lo será en un futuro próximo, a la población civil (no homosexual) desligarla de más de 2000 años de tradiciones judeocristianas, machistas y homofóbicas."Si es que ni siquiera nosotros mismos somos capaces de reconocernos como iguales, de incluirnos en todos los aspectos necesarios para hacernos sentir verdaderamente como una comunidad".
Pero el motivo que nos invita a escribir este post no va ni cercanamente relacionado con lo anteriormente introducido. Creemos que existen caminos alternos a los tomados como iniciativa por nuestro compañero Wilson Castañeda Castro y que paralelamente podrían servir como la bandada de gaviotas que se encargarían de traer el verano en una historia que a simple vista pinta terrorífica (sugiero leer el post titulado los rumores de una muerte panfleteada).
Utilizamos el recurso proverbial de la gaviota y el verano, aprovechando que en alguna otra ocasión, mientras sosteníamos una acalorada discusión con un amigo artista plástico -y convenientemente homosexual-, lo utilizó para hacernos, supuestamente, caer en cuenta que los movimientos sociales iniciados y promulgados por una sola persona, no progresan y en cambio representan un desgaste para el sujeto en cuestión. Efectivamente debemos cederle parte de la razón a nuestro estimado amigo, pero en cambio lo contrariamos utilizando un par de proverbios más: "de locos es el mundo" y "una sola gaviota no trae verano, pero lo anuncia", dejando claro, que si representa para nosotros convertirnos en locos para ser escuchados, entonces nos vestiremos de gaviotas desquiciadas y anunciaremos el verano que la comunidad a la que tanto tiempo de redacción dedicamos y que verdaderamente necesita.
Recapitulando lo anteriormente dicho, debemos admitir que en un aspecto muy importante nuestro amigo tiene razón, y es que en una época como en la que vivimos, no podemos andar acompañados de nuestra propia sombra, pregonando los derechos de una comunidad auto sumida en la obscuridad y el anonimato. ¿cuantos son los homosexuales activistas que hoy por hoy podemos señalar con nombre y apellido en la ciudad heroica de Cartagena? si existe alguno, lamento decirlo y con la vergüenza que en este caso se hace meritorio... no lo conocemos. Pero creemos ante todo y sin temor a equivocarnos, que es la vergüenza y el terror de poner un pie fuera de la figura inmarcesible a la que llaman closet, lo que impide que esta comunidad sea solidificada de una vez por todas.
Llegó la hora de empezar a reconocernos como homosexuales (no necesariamente con megáfono en mano), limpios, normales y pertenecientes a un mundo que de ninguna manera debe aceptarnos ni tolerarnos; esa figura nunca debió existir. El mundo entero y en especial nuestra propia ciudad, debe entregarnos de una vez por todas, la llave de una puerta que se nos ha venido cerrando en la cara millones de veces, en diversos momentos de la historia. Deben incluirnos como parte orgánica de la sociedad, deben reconocer que muchos de nosotros-incluyendo a los negros- hemos significado un aporte trascendental en el desarrollo y la evolución del planeta; pero antes que nada, debemos incluirnos nosotros mismos.
Una gaviota no hace verano, pero una gaviota decidida y acompañada de otras miles de gaviotas, seguramente traerán, así sea de los pelos, el verano de inclusión que tanto anhelamos.
Creemos entonces que el mensaje del compañero Wilson Castañeda debe ser redireccionado, dirigido, junto con las respectivas modificaciones y añadiduras hacia la comunidad LGBT de la Heroica. Que no sólo nos reconozcamos en la plaza de San Diego, playa Hollywood, o Studio 54, sino que aprendamos, - si es que queremos un cambio importante en el clima social de la ciudad, - que la unión hace la fuerza; que un gay sólo no es mas que carne de cañón y de burlas, pero si hacemos frente en el pie de la batalla, seguramente esta historia de abandonos estatales, violaciones de los derechos fundamentales para el libre desarrollo de la personalidad y de desconocimientos jurídicos, pasarían al recuerdo.
Compañero Wilson... recibimos con enorme gratitud tu iniciativa e interés en la comunidad LGBT de Cartagena, desafortunadamente es esta comunidad la que primordialmente necesita un jalón metafórico de orejas para que se inicie con pie derecho una valoración integral de todos los derechos a los que somos merecedores por nuestra propia naturaleza.

Christian Howard

editor

Colectivo Calleshortbus

Por una Heroica Abierta a las Disidencias

anexamos carta

CARTAGENA HOMOFOBICA

Wilson Castañeda Castro Derechos Humanos población LGBT

Esta Semana que termina, en la que obligadamente tuvimos que tomar vacaciones, a pesar de que los medios de comunicación no se cansaron de involucrarnos n actividades religiosas, procesiones, sermones y reflexiones, que de paso sea dicho, estaban más trasnochadas que nunca, algunos nos logramos liberar de ese karma y aprovechamos para efectivamente descansar de los fuertes ritmos que impone e trabajo. Por ello nos vimos las caras algunos del movimiento LGBT en Cartagena, excelente lugar para el descanso, el sol y específicamente para el divertimento entre ellos el que convoca a algunas personas de la población LGBT como lo es la rumba en las tres discotecas que para ese fin se hicieron en la ciudad, y no quiero reducir nuestro descanso o divertimento simplemente a la rumba, sería absurdo, sino que fue el escenario que en esta ocasión desató fuertes reflexiones en mí, por aquello de los días santos.Al llegar a Cartagena me llamó la atención ver a tantos amigas y amigos de la diversidad sexual, no solo nacionales, sino también extranjeros que se toman las bellas calles del Corralito de piedra en una permanente y cotidiana expresión del libre desarrollo de la personalidad, pero a la vez me extrañaba la falta de nativos en este mismo rol, y aunque se y denunció públicamente los exagerados costos de esa ciudad que la hacen inalcanzable y abiertamente excluyente, su aire de Cosmopolita, brinda la posibilidad de construir espacios urbanos en consonancia con la diversidad sexual. Que valoren la identidad y la diferencia.Al llegar como buen etnógrafo quise constatar cómo estaba la seguridad y la garantía de derechos para la población LGBT, indagando por los avances e la investigación del asesinato de Rolando, un líder Gay asesinado hace unos meses en Cartagena, pero el silencio de la impunidad fue la única respuesta que recibí; además, al pasearme por el claustro de San Agustín, todavía se podía leer entre los borrones los vestigio se letreros anónimos que aparecieron hace un mes por las calles de Cartagena, amenazando de muerte a los homosexuales que salieran a las calles, incluso quise averiguar la relación de una masacre ocurrida esa misma semana en la plaza Basurto, en las que una de las tres personas muertas, aparentemente era un chico gay…pero no encontré respuesta.Quise despojarme por un instante de mi ropa de trabajo y me dirigí a una discoteca en el centro de la ciudad, muy frecuentada por todo s nosotros, y presencie algo insólito, una funcionaria de Sayco Y Acimpro, llegó a mitad de la noche y en medio de gritos exigió nos recibos, que le fueron entregados, ella respondió que no eran recibos oficiales que el sello no coincidía y procedió a llamar a unos policías que la acompañaban quienes ingresaron al bar y comenzaron a amenazar a todas las personas que debían abandonar el bar y las sacaron a estrujones; de inmediato la entrada del bar fue rodeada por efectivos de la policía como si se tratara de un fuerte operativo y permanecieron allí hasta el sábado impidiendo el ingreso de cualquier persona, hasta ahí, si bien el procedimiento es ilegal, pues una uncionaria de Sayco y Acimpro no puede sellar un establecimiento público, pero además tampoco es la autoridad competente para la policía ni el procedimiento fue adecuado.Lo que mas me extraño fueron los insultos homofóbicos de esta funcionara y de la policía hacia los clientes del bar que nada tenía que ve, incluso me molesté cando me contaron que en ese mismo momento un carro de la policía en el que estaba montado el alcalde local gritaba y amenazaba en medio de risas que el no iba a permitir que ese lugar funcionara.De inmediato y por la costumbre que tenemos en Medellín, les propuse a los del establecimiento que llamaran al ministerio publico para que tomara cartas en el asunto pues era una fragante violación a los derechos humanos, pero esa noche los pocos teléfonos que contestaron, ante la insistencia del dueño del establecimiento fue de insultos por llamar a horas no debidas y no deja dormir, y al otro día al consultar por varas oficinas de la administración municipal y del Ministerio Público, dijeron que no había nada que hacer, que reconocían que el procedimiento era ilegal pare que la única solución era esperar que se acabaran las vacaciones y denunciar.. Al fin nos quedamos sin rumba en ese lugar…pero bueno, hay mas, lo que preocupa es el público y sistemático trato homofóbico y violento de algunos funcionarios y funcionarias que da la espalda a la lucha emprendida por el movimiento LGBT hace varios años en Colombia para exigir sus derechos y de las completas sentencias de la Corte que condena los abusos de autoridad, la violación a los derechos humanos y la discriminación; me sentía haber retrocedido 50 años atrás y lo mas curioso es que ese día cerraron varios establecimientos de esa calle que a propósito se llama larga por lo mismo pero al otro día estaban todos ya abiertos a excepción del lugar de homosocialización que permanecía acordonado por la policía como si se tratara de un lugar peligroso.Ha sido ejemplar el trabajo que la Alcaldesa Judith Pinedo realizó el año pasado en defensa de unas jóvenes afro descendientes que fueron expulsadas de un bar por su condición étnica y ella llevo el caso hasta las últimas consecuencias de manera tal que pidió aplicar todo el peso de la ley por ese acto discriminatorio, sería bueno que en consonancia con ese compromiso y por su plan de gobierno de hacer de Cartagena una sola ciudad, tomara cartas en el asunto en este caso especifico, pues se conservan videos y espero que esta máxima semana halla una sanción ejemplar para la policía y los empleados públicos por sus actos discriminatorios de homofobia y se impulsen accione en la ciudad para un reconocimiento efectivo de la diversas sexual, el esclarecimiento de las muertes por homofobia las amenazas públicas hacia al población LGBTQue los organismos de control sean más proactivos y no generen en los ciudadanos desilusión ante la desidia de acciones de una estructura defensora y garante de los derechos humanos como es el Ministerio Público encarnado en las Personerías, Defensoría del Pueblo y Procuraduría. Y que esta estrategia se aplique en toda la costa Caribe, pues sabemos de múltiples casos de homofobia y transfobia, como la muerte de Fredys en el Urabá, las amenazas a lideres LGBT en Córdoba y Sucre, la muerte de Rolando y las muertes selectivas de Trasngeneristas en Barranquilla.Si es Cartagena y toda la Costa Caribe la que quieren promocionar, necesitamos que sea un espacio además de equitativo, justo y de igualdad de condiciones para todos y todas respete, valore y promueva la diversidad sexual, no solo pensando en los que una vez por año vamos a descansar, sino y sobre todo en un ciudad y en una región que invisibiliza a sus miembros LGBT y no genera garantías del libre desarrollo de la personalidad de los Caribeños.