martes, 24 de noviembre de 2009

PARA UN HONORABLE CONCEJO POLVORIENTO



¡Ay Platón, y pensar que quienes deberían
gobernar son los hombres mayores de 40 años!

POR: GIAN CARLOS JULIO DE LA ROSA




Insistentemente hemos tratado de evidenciar, por medio de nuestro blog, que nuestra administración pública está llena de una jauría de incompetentes, que se hacen reelegir en estos cargos por medio de fiestas dionisiacas en los sectores menos favorecidos de nuestra ciudad… con la compra de conciencias hambrientas y muchas veces aliándose con aquellos que llevan los apellidos más influyentes en nuestra ciudad - apellidos que forman nuestra monarquía política: los Rad, los Curi, los Blel y unos cuantos otros que piensan que la política no es más que sentarse a discutir sus apreciaciones particulares, sobre lo que necesita o no el pueblo cartagenero.



En época de elecciones, una calle sin pavimentar, materiales para la construcción y mercaditos envueltos en bolsas de celofán, se convierten en las carnadas estratégicas para acaparar el mayor número de ciudadanos votantes; mientras, en sus periodos de gobierno, sin el más mínimo pudor, piden la palabra para exponer sus más profundos temores, que al final, no terminan siendo otra cosa que los requerimientos o temores del partido al que abanderan… CAMBIO RADICAL, EL PARTIDO DE LA U, EL PARTIDO CONSERVADOR… por mencionar unos cuantos.



Y es que la política cartagenera – muy particular a nuestro juicio- viene ya estipulada desde la organización general de los partidos políticos y cualquier funcionario que haga parte de ellos, debe seguir inescrutablemente estos requerimientos. Aunque la ciudad se inunde en ciertas épocas, aunque los vendedores ambulantes siguen siendo desplazados, aunque las grandes empresas sigan explotando nuestros espacios públicos, aunque se nos discrimine, marginalice e invisibilice por el poder de turno, nuestros políticos siguen poniendo de manifiesto en primer lugar los intereses de su partido, luego sus intereses personales y por último, si es que queda algo, es más importante lo que dice la sagrada palabra que lo que los y las cartageneras pensamos y merecemos por derechos. Por el puro vicio de colocar un ejemplo, nos vamos a referir a nuestro honorable concejo distrital de Cartagena, quien precedido por el concejal David Dager, representa una de las grandes barbaries en contra de la política de nuestra ciudad.



El 23 de noviembre del año en curso (2009), se llevo a cabo en el concejo distrital de Cartagena, la sesión para rendir cuentas por las festividades de la Independencia. A esta reunión fueron invitados: Gina Ruz Roja, Directora del IPCC; Sindis Meza, Secretaria del Interior; el Coronel Mena Bravo, Comandante de la Policía Nacional (Bolívar); Olimpia Buelvas, Personera Distrital; y Raimundo Angulo, Presidente del Concurso Nacional de Belleza. Eventualmente en la sala se encontraban 12 de los 19 concejales de la ciudad de Cartagena, los cuales eran los más interesados en conocer los pormenores de las festividades.



Aproximadamente a las 9 am, después de la oración – con biblia en mano – de uno de los concejales de Cartagena, se dio paso a los honorables concejales a que plantearan la visión del pueblo, sobre las festividades de la independencia. Una farsa… Un desorden… Aumento la criminalidad en la ciudad… Fueron muchos los heridos… Un desastre… Demasiados días… en fin, una serie de juicios apreciativos que evidenciaban que la voz del pueblo hace rato que no resuena en los recintos de esa sala entronizada con un Cristo crucificado envuelto por una camándula.



Cada uno de nuestros honorables concejales, expusieron los inconvenientes que tuvieron en estas festividades y uno que otro, se preocupaba por saber en qué se beneficiaba la ciudad con los grandes dividendos que recogía el emporio de RCN en estas festividades. Llegados a cierto punto, un concejal con nombre propio, ANTONIO SALÍM GUERRA, comenzó a exponer su insatisfacción por la MARCHA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL, celebrada el pasado 13 de Noviembre, en el marco de las fiestas de la Independencia. El concejal Salím, aducía que aunque estaba de acuerdo con la diversidad sexual, se encontraba profundamente en desacuerdo en que este tipo de eventos contara con la participación de NIÑOS. Su molestia se reducía, a que en este tipo de encuentros se estaba VIOLANDO - léase bien- VIOLANDO los Derechos de los NIÑOS. Esta queja en particular estaba dirigida a la directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, Gina Ruz Rojas; la cual respondió, con toda la naturalidad del caso, que no se estaba violando ningún Derecho de la comunidad Infantil de Cartagena, que por el contrario, los niños que se encontraban participando de este evento estaban acompañados y con el debido permiso de sus padres y al final la Doctora Ruz, cito una de de las últimas sentencias de la Corte, la Sentencia T-268/00 en donde se expone que: “Si bien es cierto que "no existen determinados modelos de personalidad que son admisibles, y otros que se encuentran excluidos del ordenamiento", y que "corresponde a la propia persona optar por su plan de vida y desarrollar su personalidad conforme a sus intereses, deseos y convicciones", tal potestad resulta a todas luces limitada por los derechos de terceros y el orden constitucional, precisamente porque ese es el límite propio al que se enfrentan los derechos constitucionales en la Carta. En ese orden de ideas, las manifestaciones de la diversidad sexual sólo pueden ser reprimidas o limitadas cuando lleguen a lesionar derechos de otras personas, alteren el orden público y social, lleguen a afectar los estándares generales de decencia pública o se conviertan en piedra de escándalo, principalmente para la niñez y la adolescencia. Sin embargo, todas estas circunstancias que justifican la injerencia del Estado y la restricción de los derechos que sustentan la diversidad sexual, no dependen de valoraciones meramente subjetivas de la Administración sino que deben hacer referencia a conductas que "objetivamente produzcan daño social" y por lo tanto justifiquen la injerencia legítima del Estado, frente al ejercicio de los derechos fundamentales”.



Continúa citando la Doctora Ruz:



“La mera trascendencia social de la condición "gay" en sus diferentes manifestaciones, no puede ser considerada a priori como una razón válida para establecer mecanismos de discriminación e impedir con ello la expresión pública de la condición homosexual. Si bien se ha reconocido que la diversidad sexual involucra aspectos que pertenecen al fuero íntimo de las personas, ello en modo alguno indica que el único foro posible para la afirmación y manifestación de esa diversidad está restringido o limitado a un ámbito exclusivamente personal. Un discurso en ese sentido nos llevaría al absurdo de concluir, que la protección constitucional al libre desarrollo de la personalidad y a la igualdad que consagra la Carta, se circunscribe a espacios restringidos o ghetos, y que por fuera de ellos, existen unos criterios institucionalizados, morales y de comportamiento, impuestos por el Estado, que no pueden ser rebasados por los ciudadanos, ni aún como expresión de su identidad e individualidad. Una posición semejante, indica claramente una discriminación directa a una de las facetas de la condición homosexual, ya que la pretensión de evitar su trascendencia social implica una inferencia automática de que tal condición o sus conductas, son contrarias de por sí a la sociedad, o atentatorias de los intereses colectivos. Es evidente que un razonamiento como el anterior, resulta necesariamente contrario a la Carta y especialmente lesivo de los intereses constitucionales que pretenden reiteradamente asegurar el pluralismo y garantizar la tolerancia social respecto a las diferentes manifestaciones de identidad personal”.



Pese a todo lo anterior y a los verdaderos motivos políticos que nos llevaban a reunirnos en ese recinto –rendición de cuentas por motivo de las festividades de la Independencia- algunos concejales siguieron ensañados en contra de la Doctora Ruz, por la presencia de NIÑOS en la Marcha de la Diversidad Sexual. Los argumentos siempre fueron los mismos, al parecer los NIÑOS – carentes de discernimiento, cosa que se dijo muchas veces a lo largo de la sesión- pueden ver este tipo de manifestaciones como algo NORMAL, y pueden terminar reproduciendo este tipo de prácticas. Otro concejal, - se nos escapa el nombre en estos momentos-, muy desatinadamente propuso, que la Marcha de la Diversidad Sexual se lleve a cabo en las horas de la Madrugada: “Porque a esa hora ya los niños duermen y para que los homosexuales se den gusto”.
Se dijo de todo, y el concejal Salím radical como su partido, Cambio Radical (dicho por el mismo), dijo que este tipo de eventos iban a favor del detrimento de la familia y que mientras él estuviera en el concejo de la ciudad no iba a permitir eso. Sin olvidar la eufórica reclamación que mismo concejal hizo a la secretaria del interior Sindis Meza, por la ausencia del ICBF para controlar la presencia de los menores en dicha marcha: "Cartagena no se puede convertir en la Sodoma y Gomorra del país y que de acuerdo con lo expresado por la Personera de la ciudad, los niños deben ser educados (aunque nos gusta más, preparados) con anterioridad para que asistan a este tipo de eventos".


Lo paradójico de la sesión no fue solo eso, efectivamente y según lo dicho, consideramos que los niños deben ser educados para recibir cualquier evento en la ciudad (¿O es que nuestras niñas no se encuentran en peligro de volverse lesbianas al ver los movimientos cadenciosos de las candidatas del reinado nacional o el de la independencia? sarcasmo), lo paradójico de la sesión, es que móvil de estas quejas se reduce a que a la población LGBTI se le asocia con la pederastia, cosa que está muy lejos de la realidad que nos circunda. Y no nos vamos a dar golpes de pechos diciendo que en la realidad cartagenera no existen personas que no tengan entre sus gustos particulares, el sexo con menores de edad, lo que si queremos aclarar es que esta tendencia no hace solo parte de la mal llamada población LGBTI, este tipo de prácticas hacen parte de la población en general, ¿O es que vamos a ocultar los casos en el que los amigos, tíos, primos, hermanos y hasta padres vulneran a los menores que componen su cuerpo familiar?

El concejo de nuestra ciudad –No todo, aclaramos-, es la principal muestra de que nuestra ciudad, es ADULTISTA, MISOGINA y HOMOFOBICA, cosa que hemos dicho muchas veces, para ver si se le queda grabado a alguien; y sus concejales se preocupan más por su fuero religioso, que por la situación real de nuestros niños.

¿Se han dado a la tarea de averiguar si nuestros niños cartageneros están recibiendo una educación óptima, en derecho?
¿Se están alimentando bien la infancia de Cartagena?
¿Qué derecho se vulnera con este tipo de eventos?
¿Acaso han averiguado sobre el comercio sexual de los niños de la boquilla y de bocachica?

Los concejales de Cartagena olvidan que dentro de esas mismas familias conviven personas con preferencias sexuales distintas a la heterosexual; olvidan que muchos de sus niños son educados por personas de prácticas sexuales distintas a la hegemónica; que sus niños son peluqueados por hombres que decidieron expresar abiertamente su orientación sexual. Olvidaron que la voluntad del pueblo no se reduce solo al fuero religioso y que independientemente de sus temores personales, de sus inamovibles éticos, existen personas que quieren amar y ser amados por lo que son y no ser restringidos y marginados por su orientación sexual. Olvidaron que nuestros niños no son loros que reproducen lo que se dice o se hace en la sociedad y que precisamente una educación en democracia - sin el abanico, ni el mercado, ni la calle pavimentada, ni la fiesta, ni el trabajo del primo, sin la conciencia que tiene hambre y sin la plata que acalla la voz de muchos que tenemos algo que decir- puede ayudar a la construcción de la Cartagena que soñamos.

En fin, queremos dejar por sentado que nuestro concejo muchas veces se centra más en meras cuestiones religiosas y culturales (Machismo) y dejan de lado que la realidad cartagenera está exigiendo, con voz propia que no se le vulneren sus Derechos. Ya estamos cansados de que sobre las cabezas polvorientas de nuestros concejales, se sigan discutiendo temas que no les competen a los organismos políticos. Estamos cansados de que nuestros políticos de turnos, nos distraigan con unas cuantas fiestas y que el fondo, nuestra ciudad se esté deteriorando bajo los hermosos hoteles que se construyen a diario en Cartagena la heroica. Estamos cansados de que el proyecto por una sola Cartagena se reduzca a un solo dios, a un solo sexo, a una sola orientación sexual y a un pueblo que calla y tiene hambre.


POR: GIAN CARLOS JULIO DE LA ROSA
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

La pertinencia de un tema como la diversidad sexual en la ciudad de Cartagena, es la puerta de entrada para el replanteamiento de cómo pesamos a los seres humanos es sus elecciones sexuales.
Las herramientas discursivas de estos concejales como bien esta explicito en el texto son de carácter moralista, no atendiendo a la demanda de derechos que ampara la ley tras la constitución del 1991.
Es lamentable que desde quienes nos representa no haya una claridad acerca de cómo pensamos a la ciudad y sobre todo quienes hacernos parte de ella.
Qué es el sexo para est@s , qué es el género , será que No son perentorias una cátedras al respecto, será que el adolecer de estas no son más que la respuesta a el incremento de violación de derechos a libertad de personalidad y sexual de las persona en la ciudad.

Saludos
Kelly Inés Perneth Pareja

CsBus dijo...

Lo curioso de la sesión radicó, entre otras cosas absurdas, en que por un lado se planteaban mecanismos de educación a la poblacion "vulnerada" osea la infantil... y por otra se decía que lo planteado en el pacto (catedras en las instituciones sobre diversidad sexual) era una falta de respeto y una promoción de la homosexualidad.
"Los Cartageneros somos tradicionalmente machistas y con los pantalones bien puestos... No nos van a imponer esas cosas de un día para otro" quien los entiende...?

Anónimo dijo...

Lo que ocurre es que la categor... Ver másía infantil, por mucho tiempo significo algo así, como la falta de razón y capacidad de los niños para tomar decisiones es decir, ameritaban de un tutor.

La pregunta que saldría de fondo es, cómo estamos formando a los niño, niñas y jóvenes, desde que modelos de constituir las relaciones, a partir del reconocimiento del otro, a partir de la diferencia, pero no como principio de exclusión, y de jerarquías.
La escuela, la familia, la sexualidad son dispositivos de poder, dispositivos normativos , en donde los discursos se ejemplifican y se legitiman.

Saludos

Kelly Inés Perneth Pareja

CsBus dijo...

La discusión sobre la niñez y la juventud como actores políticos, ni siquiera se ha llegado a dar en la ciudad de Cartagena. Algunos esfuerzos como los de FUNCICAR y unos jóvenes de la tecnológica, llamados los suricatos, son algunos de los ejemplos de participación ciudadana por parte de la juventud de nuestra ciudad, creando jóvenes veedores de las acciones políticas de nuestro gobierno. Aun, cuando se estén gestando este tipo de procesos, la política cartagenera sigue aferrada a modelo intransigente y patriarcal de la familia, tanto, que existen en nuestra ciudad "familias políticas" al estilo de los Kennedy en USA, lastimosamente en el caso de Cartagena, estas familias negocian la voz y la conciencia del pueblo y cada vez se hacen mas rico con la compra y venta de la imagen de nuestra ciudad. Interesante, la postura que nos muestra Caracol Tigre, porque efectivamente creemos que en caso de los niños, sus derechos son producto de la maniática idea de proteger a los que no tienen capacidad de discernimiento, sin embargo ellos en particular, como actores políticos con derechos (no unos inventados por nosotros), no se les han abierto los espacios en este tipo de discusiones... Muy por el contrario se les quiere proteger de una realidad de la que ellos hacen parte.