DESECHOS FECALES EN UNA EXISTENCIA ARROGANTE

Cuando nada podría ser peor en nuestra vida

…Aparece Dios

La vida es clara y translucida, tanto que su veracidad en ocasiones hace constipar muchos de los aparentes sucesos lógicos de nuestra existencia. Con la agudeza de una navaja mal ubicada en el tobogán prohíbe el pensar con inocentes lógicas burla de historias pensadas en el pasado, para un pasado simple y sin aspiraciones.

c. h. h.

Esta vez daremos inicio a nuestro más reciente texto procurando introducirlos en los ya reconocidos –sin embargo– y mostrar de entrada las posturas que Calleshortbus acostumbra a dejar como conclusión; de esa forma intentando evitar desplomarnos en la monotonía literaria y en la academia meticulosa que tanto critica nuestro Colectivo.

Este texto representará una nueva etapa para nosotros, una etapa de agudeza imaginativa en la que la valoración y la exaltación real y tangible de los derechos de los grupos invisibilizados, serán expuestos y prevalecerán encima de cualquier infame interés.

SIN EMBARGO seguimos creyendo la sexualidad como se pensaba hace 2 siglos, reproduciendo todas las lógicas obstructivas del desempeño del cuerpo para el cuerpo, de la piel para la piel, de los besos para mejillas, boca, frente, manos, pies, vaginas y penes por igual; sin entorpecimientos ni falsas ideas de actos pecaminosos o castigables.

Creyendo que el coito es la conclusión del sexo, limitarlo al coito y hacer del coito la fórmula de las relaciones afectivas entre hombres mujeres e intersexuales.

SIN EMBARGO marginamos a nuestras madres, hermanas y amigas, cuando las conjeturamos vírgenes, dóciles y abnegadas a un hombre cuya mayor hazaña fue haber nacido con el mismo sexo de su Dios, por ser igual de fecal que su Dios, por ser a su imagen y semejanza.

Cuando creemos que el máximo alcance del siglo fue conseguir su derecho al voto, las seguimos imaginando tontas e inferiores, con cabezas huecas y detrás de las proezas de los hombres.

SIN EMBARGO humillamos a los nuestros, a los que se parecen a nosotros, a los discriminados por las mismas razones que nosotros; aquellos con los cuales compartimos gustos y preferencias. Somos Homofóbicos imperfectos, descalificables, altaneros y degenerados. Señaladores del más señalado, Homofóbicos en la máxima expresión.

Humilladores de la travesti por su intención de marcar la diferencia con nosotros, -aquellos que necesitamos parecer heterosexuales-. Murmuradores de la Trans y amnésicos de la hazaña que con su acto de transgresión aporta a la sociedad. Aprobamos sus muertes con nuestra indiferencia o en el mejor de los casos subvaloramos tales acontecimientos para no desentonar con el común denominador.

SIN EMBARGO Seguimos en silencio y receptivos de las infamias que los sectores conservadores y seudo ortodoxos de la sociedad hacen contra nosotros para desvirtuar nuestros ideales y reclamos. Exigiendo sólo en la seguridad de nuestros guetos, alzando la voz en los baños, mirando de reojo, caminando precavidos; sigilosos de no ser puestos en evidencia, cargando a pulso los armarios propios y los de los extraños sometiéndolos al escrutinio de nuestro propio morbo.

Sin embargo seguimos empeñados en permanecer callados y escondidos detrás de la sombra del otro; esperando que las hazañas de los valientes nos bañen con un poco de su gloria… Aromatizando nuestros armarios con más y más naftalina para así no perder la costumbre… Como televisores rellenos con piedras, permitimos que la figura de la aceptación y de la tolerancia continúe marginándonos como sujetos de segunda clase. Desconociendo el origen plástico de los géneros; que el macho, la hembra, el homofóbico y el gran heteroperfecto no son más que artimañas para desconocernos y postergarnos a la mínima expresión.

Christian Howard

Por una Heroica Abierta a las Disidencias

Colectivo Calleshortbus